Walker's Shortbread LTD

Las historia de las galletas Walkers comienza en el año 1898, cuando Joseph Walker abre las puertas de su propia panadería con un préstamo de 50 libras y un ambicioso objetivo: hornear las mejores shortbread (galletas de mantequilla típicas de Escocia y muy populares en el resto de Reino Unido) del mundo.

Durante el primer año de actividad, Joseph dedicó cada momento libre a perfeccionar su receta de shortbread y esa perseverancia dio sus frutos, porque muy pronto, los grupos de cazadores de las fincas locales empezaron a visitar constantemente la panadería de Joseph. A medida que se corría la voz y aumentaba la demanda, Joseph dio los primeros pasos para ampliar el negocio trasladándose a una tienda más grande en la localidad escocesa de Aberlour e invirtiendo en un caballo y un carro para llevar su producto a otros lugares.

Hace ya más de un siglo desde que Joseph Walker horneó su primer lote de galletas y empezó a dar forma a su imperio. Pese a que la firma Walkers ha actualizado muchos de sus métodos y ha ido incorporando múltiples productos a su gama, hay cosas que no han cambiado: los nietos y bisnietos de Joseph se han mantenido fieles en todo momento a ese ideal de hornear las mejores shortbread del mundo que defendía el fundador.

De hecho, cuando la familia decidió abrir una nueva fábrica en la ciudad escocesa de Elgin para producir su nueva y popular gama de shortbreads y galletas, lo hizo con la condición de seguir utilizando los mejores ingredientes: frutas de primera calidad, especias aromáticas, trozos de chocolate auténtico y frutos secos saludables.